Incomprendido, el buitre mira su obra con la cabeza entre los hombros levantados. Resopla con tristeza. Donde él ha puesto su talento, el mundo sólo ve carroña, jirones de carne inútil, músculos y nervios que se han de llevar el tiempo para dejar únicamente el brillo blanquísimo de un esqueleto.
Con su pico grueso y poderoso arranca lo superfluo para realizar una talla minuciosa, dibuja en cada hueso las historias que le cuenta el desierto. Levanta el vuelo y en soledad planea la saga que ha de acompañar al siguiente muerto.
Publicado en Químicamente impuro
Con su pico grueso y poderoso arranca lo superfluo para realizar una talla minuciosa, dibuja en cada hueso las historias que le cuenta el desierto. Levanta el vuelo y en soledad planea la saga que ha de acompañar al siguiente muerto.
Publicado en Químicamente impuro
No hay comentarios.:
Publicar un comentario