11 febrero 2008

Premio Aguascalientes

Para HB, que me preguntó.


El Premio de Poesía Aguascalientes 2008 fue declarado desierto por un jurado conformado por Jorge Esquinca, José Javier Villarreal y José Luis Rivas, en el acta señalaron que ninguno de los trabajos recibidos (más de 200) reunía el nivel de excelencia que requiere un premio como el Aguascalientes, como se hizo en 1979 con la obra de Elías Nandino, se propuso realizar un homenaje a Gerardo Deniz; estos son los hechos, ahora comienzan las protestas, como la de Eduardo Hurtado (leer completa aquí).

El Premio de Poesía Aguascalientes cumplió 40 años en su edición pasada, sin duda, es uno de los más importantes en la República Mexicana, libros fundamentales de la poesía nacional han obtenido este reconocimiento, pero, el Premio no es la poesía mexicana, ahí es donde se equivoca Hurtado en su queja e intenta transformar conjeturas en verdades absolutas y, lamentablemente, en su carta abierta opta por la descalificación en vez de la propuesta.

Cuando Hurtado señala que la determinación del jurado se desprende que “nada de lo que hoy se hace aquí resulta equiparable con lo que ellos mismos presentaron en su momento“ y los acusa de colocarse en una posición de superioridad y “autoerigirse como jueces intransigentes” más allá del poco elegante ataque contra Esquinca, Villarreal y Rivas, olvida el propósito principal de un jurado que es leer y dictaminar, mientras que los participantes al enviar su trabajo asumen las reglas del juego, nadie se llame a engaño.

No sé si una mirada menos arrogante hubiera otorgado el premio a cualquiera de los participantes, el fallo dice que “ninguno de los manuscritos cumplió con el nivel de excelencia indispensable en un concurso con la trayectoria y el prestigio propios del Premio de Poesía Aguascalientes”, ¿hubiera sido mejor otorgárselo a cualquiera con tal de cumplir con el trámite?, ¿qué el acta dijera “no es el mejor pero es el adecuado”?, ¿sumar a la historia del Aguascalientes otro libro premiado por razones ajenas a los méritos de la escritura? Luis Aguilar y Armando Alanís Pulido cuentan aquí una historia de tantas que se rumoran sobre el Premio.


Ese mismo artículo menciona un ejercicio realizado por Luis Aguilar, Julián Herbert y Luis Armenta Malpica del que se obtuvo una lista de potenciales ganadores del Premio de Poesía Aguascalientes, bueno esa es una forma de decidir a quién otorgárselo, pero no la establecidas en las reglas del juego que aceptaron los más de 200 participantes, tampoco las reglas del juego que hasta ahora han sido aceptadas y que seguramente deben cambiarse para que el Premio no siga levantando sospechas, que me parece fue la propuesta principal del jurado al momento de declararlo desierto, “generar una reflexión acerca de la importancia de este Premio”, dijo Esquinca en entrevista durante la presentación de los resultados.

Aparte de pegarle al jurado por su decisión, Hurtado también cuestiona el que se haya destinado a realizar un homenaje a Gerardo Deniz, primero subraya que la iniciativa no surgió de las autoridades convocantes del Premio pero no declara porqué es conveniente subrayarlo y califica la de demagógico el hecho; como es poco menos que imposible no reconocer la valía del trabajo de Deniz, Eduardo Hurtado basa su reproche en que el reconocimiento debería provenir de otros fondos, no los del Premio.

La convocatoria del Premio Aguascalientes dice que “El Premio puede ser declarado desierto, en cuyo caso las instituciones convocantes se reservan la decisión de emplear el recurso económico correspondiente para apoyar actividades de fomento a la literatura.”, tan lo sabe Hurtado que cita esa cláusula, pero por más que quiere no puede ver que el homenaje a Gerardo Deniz sea una actividad de fomento a la literatura, pero no ha de tener muchas ganas de “querer”, porque bastaría recordar el auxilio que proporcionó el homenaje a Elías Nandino en el 79 a la difusión de la obra de ese poeta, entre muchas otras opciones, sobre todo la edición de la obra, que permiten a los lectores acercarse a la obra de los poetas.

Pocas ganas tiene de ver Hurtado cuando en su propia carta abierta señala que se suma desde ahora y con el mayor entusiasmo “a cualquier iniciativa que busque enmendar el descuido imperdonable cometido en contra de la obra y la figura de Gerardo Deniz”, ¿desde ahora?, ¿antes, no?, es decir, hizo falta que Jorge Esquinca, José Javier Villarreal y José Luis Rivas declararan desierto el Premio Aguascalientes y propusieran homenajear a Deniz, para que el autor de Ludibrios y nostalgias se diera cuenta que es necesario discutir la ampliación de las plazas eméritas en el SNCA, así como la creación de fondos especiales; con pocas ganas de ver es posible notar un resultado positivo de la iniciativa del jurado, la más importante es colocar en el centro de la discusión las reglas del Premio de Poesía Aguascalientes.

Una contradicción más de este no querer ver de Eduardo Hurtado es que al final de su carta proponer que el monto económico del Premio Aguascalientes se destine a incrementar “los acervos de poesía en algunas bibliotecas del interior del país”, en el esquema simplista llevar los libros no es un acción de promoción a la literatura, ahí están las bodegas llenas de ediciones a las que nadie tiene acceso, el polvo que se acumula en los estantes de ciertas bibliotecas, valdría más la pena discutir las medidas para generar lectores

Finaliza la carta abierta de Eduardo Hurtado con la propuesta de llevar talleres de creación “a los estados que más los necesitan, como Durango, Chiapas, Guerrero y tantos otros, lo cual serviría para comenzar a recomponer el estado de salud de la poesía mexicana, que según el diagnóstico del jurado es francamente grave”. Siguiendo el mismo procedimiento con que este poeta analizó la decisión del jurado del Aguascalientes 2008, lo que hace con esa declaración es implicar que una buena porción de la poesía que hoy se hace en esos tres estados y tantos otros es de baja o mediana calidad; además de diagnosticar que la poesía mexicana anda enferma.

Regreso a mi declaración inicial, el Premio de Poesía Aguascalientes es uno de los reconocimientos más importantes del país, pero el Premio no es la poesía mexicana. Bienvenida la discusión de las reglas del Premio, felicidades a los tres miembros del jurado por la congruencia de declararlo desierto si no encontraron ningún libro que lo mereciera, bienvenido el homenaje a Gerardo Deniz, a quienes participaron mejor suerte para la próxima, ya se sabe que de eso se tratan los concursos, de suerte.

1 comentario:

nacho dijo...

Hola Edilberto, agradezco mucho que te hayas tomado la molestia de poner tus opiniones aquí; aunque parezca cliché, nada más sano que ventilar opiniones y juicios sin visceralismos, tus comentarios me parecen puntuales. Por otra parte, aunque no los comparta, no desdeño los cuestionamientos de Hurtado; toda opinión con firma al calce merece una respuesta.
Las reglas de los concursos tienen que cambiar porque la realidad lo va haciendo necesario; el problema detrás de las suspicacias son los vicios político-culturales que venimos arrastrando, nos toca vivir en un país donde la imparcialidad camina con muletas, y donde las buenas intenciones suelen terminar en la Cruz Roja.
En lo personal, yo le deseo larga vida al Premio. Un abrazo.
nacho mondaca

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