Nudos
Un hombre es su apariencia, para afrontar el día no basta el ánimo, hay que proyectar energía, soltura y decisión, la elección del traje es fundamental, el cruzado con dos botones, menos actual pero siempre elegante y los más usuales de corte recto con dos botones o tres, este último más elegante. Un saco de solapas largas y mayor abertura central del pico permitirá apreciar la corbata, el detalle que distingue a un ganador del común de los hombres.
Independientemente del corte, la corbata es primordial, jamás se iguala el dibujo de la camisa con el de la corbata, con sus debidas excepciones, a camisas estampadas corresponde una corbata lisa y viceversa; una regla más es que no se utilizan nudos grandes con cuellos pequeños. Un ganador se distingue por la prestancia con que afronta el mundo.
De igual relevancia es la selección del tipo de nudo, básicamente tres: el americano o simple, el inglés o Windsor y el español o Windsor sencillo, en cualquier caso invariablemente deberá estar en armonía con el cuello de la camisa, ni disimulado ni alejado del mismo y siempre la parte más ancha, justo antes de la punta, al nivel del cinturón, por ningún motivo la parte más estrecha deberá asomarse. El nudo americano va bien con cualquier tipo de cuello, mientras que el Windsor sólo queda con una camisa de cuello italiano, que es más abierto. En su oportunidad, una elección adecuada demuestra la calidad superior entre los de su clase.
Si la vida se empeña en negar las oportunidades que merecen la excelencia y distinción de su presencia, una medida infalible y de buen gusto es realizar el siguiente nudo:
Con la corbata alrededor del cuello coloque la punta del extremo derecho (A) más larga que la del extremo izquierdo (B), cruce A sobre B, el extremo A pasa por debajo de B, vuelva a pasar el extremo A por delante de B. Tire del extremo A hacia arriba, pasando por abajo del extremo B que tienes más cerca del cuello, formando un nudo. Sujete el nudo por delante suavemente, con el dedo índice; pase el extremo A por debajo de la presilla que se formó en la última vuelta de A y tira del extremo A hacia abajo. Ajuste el nudo deslizándolo hacia arriba, con ambas manos ajuste con decisión la corbata al cuello.
Recuerde, sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar. El movimiento final debe ser realizado con especial cuidado, ya que es esencial para establecer su razonamiento ganador, una vez ajustada la corbata detenga el nudo con la mano derecha con decisión y con la mano izquierda cerrada en puño sobre el extremo B tire con fuerza hasta lograr un cierre total de la laringe o traquea.
Para Luis Cortés
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